El día que enmudecimos por su triste partida, sentí la necesidad de transmitir nuestro cariño. Ella, que durante tantas tardes nos regalaba desde su jardín delicadas melodías de flauta, con su inocencia, sus risas alegres, no pudo ver, justo el día de su partida, la preciosa flor que surgía a escasos metros de su casa, de su espacio de juegos y felicidad.
Para ti, Noemí.
3 comentarios:
Maravillosa y delicada foto con una sentida dedicatoria a la que me sumo. Javier
Muy bonito Miguel... un abrazo
Muy bonito y emotivo
Publicar un comentario